PLAN DIVINO

 

(Paulina Soto)

Padre,
¡Oh Padre!
¿Por qué dejaste de amarme?
Me expulsaste de tu abrigo
Sin dudar, sin misericordia
Tengo frío y hambre, Padre
En este reino vacío, ceniza y sombra
Escucho los ecos del golpetear
De mis lágrimas sobre las rocas

Era tan poco lo que te pedía
¿Qué es para ti el universo?
Un juguete, una lagaña, una hoja seca
Tú puedes crearte en miles,
En un instante, en un soplo
Pero me lo negaste…
Y me arrojaste desnudo al abismo
Que así sea, si no he de ganar tu amor
Ganaré tu salvaje odio

Le clavaré los dientes a tu paraíso
Pervertiré tu preciosa obra
Me disfrazaré de viperina conciencia
Mi serpiente grabará la lujuria
En la piel de tus vírgenes
Una fiebre de avaricia y crueldad
Invadirá a los hombres a tu semejanza
Y sus hijos quedarán a merced
De la enfermedad, la psicosis y la ira

Me inventaré el dinero, el poder
Y por él venderán sus almas, habrán
Animales enlatados y bosques demolidos
Ciudades vestidas de humo y mentira
Sus ángeles serán los narcóticos
Despertarán al criminal en sus venas

Las prostitutas los atraparán
Sumidos en el fondo de la miseria
Las atrocidades los seducirán
En el hueco negro de mi propio cerebro

Crearé religiones de masacre y matanza
Que beberán sangre y molerán huesos
Que harán estallar entrañas en pedazos
Y el sacrificio lo harán los inocentes

El oro los embriagará de placer
Y se creerán dioses como tú, Padre
Cada una de sus alegrías
Se trisará en mil lamentos
La muerte será mi amante
Y obedecerá mis caprichos
La vida se someterá a mi voluntad
Sea el Infierno sobre la Tierra

Y al final, el mundo será un desierto
Igual a este exilio
Igual a tu hipócrita corazón.